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Eras tu la esteril selva que explore cuando mas sediento de tu olvido estaba. Fuiste la extinguida luz de un eclipse lunar, la selene cabellera orlada de estrellas
Eras tu la bien amada, la de vestidos largos y ojos tristes, la que lloro por mi piedad, la que dió todo y nada; eras pues, la eterna novia, gloriosa estrella cosmica, beldad reflejada en el estanque ciudadano, la lís de mi heráldica mentira, la frivola y ardiente playa de mi soledad.
Fuiste mas de una vez la razon de este ser o no ser, la mujer y la hembra que desayunaba el deseo, la que me brindaba sus pezones, lechosos montes que derramaban su caudal en mi oceánica boca, eras la hembra que gemia ante mi desnudez, la que descorría el seguro de mi pantalon; en fin, eras la pasion y el rercato entre mis brazos.
Varelianamente te pregunto: ¿Quién eras cuando alejado de ti, recorria burdeles y cantinas en esta quinientista ciudad?.Eras acaso la palabra en cada propuesta mercantil, el vientre henchido y caliente de una noche de setiembre, la razon de un amor octubrino o la yerta agonía de mi diario consuelo.?
Y comprendi que eras tu, la perfecta venus, la cotidiana risa, la coqueta mirada, el gemido fingido, la cópula exacta, la constructiva violencia, la desierta soledad, la libidinosa ausencia de mi cama, la aorta de mi corazon.
Fuiste, eres y seras la hembra que nunca deje de amar cada ocho de setiembre en esta quinientista ciudad
Eras tu la bien amada, la de vestidos largos y ojos tristes, la que lloro por mi piedad, la que dió todo y nada; eras pues, la eterna novia, gloriosa estrella cosmica, beldad reflejada en el estanque ciudadano, la lís de mi heráldica mentira, la frivola y ardiente playa de mi soledad.
Fuiste mas de una vez la razon de este ser o no ser, la mujer y la hembra que desayunaba el deseo, la que me brindaba sus pezones, lechosos montes que derramaban su caudal en mi oceánica boca, eras la hembra que gemia ante mi desnudez, la que descorría el seguro de mi pantalon; en fin, eras la pasion y el rercato entre mis brazos.
Varelianamente te pregunto: ¿Quién eras cuando alejado de ti, recorria burdeles y cantinas en esta quinientista ciudad?.Eras acaso la palabra en cada propuesta mercantil, el vientre henchido y caliente de una noche de setiembre, la razon de un amor octubrino o la yerta agonía de mi diario consuelo.?
Y comprendi que eras tu, la perfecta venus, la cotidiana risa, la coqueta mirada, el gemido fingido, la cópula exacta, la constructiva violencia, la desierta soledad, la libidinosa ausencia de mi cama, la aorta de mi corazon.
Fuiste, eres y seras la hembra que nunca deje de amar cada ocho de setiembre en esta quinientista ciudad
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