Amanece el frío de un viernes de mayo y la cocinaViuda, enlutada, lloraba la muerte
de la abundancia.
Nuestro amor,construcción de esteras, noches, y palos
De estrellas y alambres
Se humedece con la pobre lluvia que agujerea nuestra economía sentimental.
El desayuno no es mas que un recuerdoEstomacal
Y es que ser pobre es como caminar con la barriga vacía y no llegar a nada
Amanece,
El ruido de la ciudad renace ante la esperanza
Y este ser que se levanta descubre que es tan pobre,T
an sóloTan nada.
Un día mas
El hambre ríe, juega, se ahoga, sueña, defeca y vomita
Nuestro amor se cobijaba entre esperanzas y cartones
Entre años y discusiones,Entre tres, dos, uno
y quedamos ninguno.
Mientras tanto, la cocinaViuda, enlutada se enfurecía con el fuego que mamá
De madrugada robaba al mísero destino.
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