domingo, 6 de mayo de 2007

DESTINO

No se siente hoy la calidez de tus palabras
Ni la quietud de tus manos temblorosas.
la metralla salpicaba jirones de la roida madera
sollozabas un desgarro cobijándolo en la tierra
que te vera morir.
Un dolor susurraba a tu oido:
...Por favor. No mueras..
lloraste tremulamente y violaste el íntimo espacio de mi silencio.
Me levante impotente de hablar contigo
Goce tu corazón
y sabia a
tierra,
luna,
miedo,
a estrellas.
Sentí que te ibas.
Falleciendo el destino suplicaste un misero....Perdoname
Y dispare mi última ilusión
herido me fui por ahí
maldiciendo la tierra que te vera morir

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